Crear tu primer currículum puede parecer un desafío, especialmente cuando aún no tienes experiencia laboral formal. Sin embargo, un buen CV no se trata solo de listar trabajos, sino de mostrar tu potencial, tus habilidades y la forma en que te estás preparando para aportar como futuro ingeniero o ingeniera industrial.
Muestra lo que sí tienes: formación, proyectos y habilidades
Si todavía no has tenido un empleo, enfoca tu CV en lo que sí te diferencia:
tu formación, tus proyectos académicos, las ayudantías, prácticas, voluntariados o actividades extracurriculares. Todo aquello que refleje tu capacidad para trabajar en equipo, resolver problemas o liderar iniciativas.
También es clave incluir habilidades técnicas (por ejemplo, Excel, Python, Power BI o gestión de procesos) y habilidades blandas como comunicación efectiva, liderazgo o pensamiento analítico. Estas competencias son muy valoradas en la etapa inicial de una carrera profesional.
💡 Piensa en tu CV como una historia que muestra cómo tus experiencias te preparan para el mundo laboral.
La IA: aliada y filtro
Hoy, la tecnología juega un rol doble en la empleabilidad. Por un lado, las empresas utilizan sistemas automatizados (ATS) que hacen un primer filtro de los CVs. Estos bots buscan palabras clave relacionadas con el cargo, así que conviene leer bien la descripción del puesto e incorporar términos que coincidan con lo que la empresa requiere.
Evita, eso sí, los diseños con columnas o gráficos complicados: muchas veces esos sistemas no los pueden leer correctamente.
Por otro lado, la inteligencia artificial también puede ser tu aliada. Existen herramientas que te ayudan a revisar redacción, dar formato o incluso adaptar tu CV a cada postulación. Usarlas no está mal —al contrario, puede ahorrarte tiempo—, siempre que mantengas tu voz y autenticidad. Tu CV debe sonar a ti, no a una máquina.
¿Y qué pasa con la carta de presentación?
Aunque parezca algo del pasado, la carta de presentación todavía tiene valor. No es necesaria en todos los casos, pero puede marcar la diferencia cuando postulas directamente a una empresa o quieres destacar tu motivación.
No repitas tu CV: usa ese espacio para explicar por qué te interesa el cargo y cómo conectan tus habilidades con lo que buscan. Breve, honesta y personalizada: tres claves que hacen que funcione.
Qué dejar fuera (y por qué)
Algunos elementos quedaron atrás con los años. Ya no se recomienda incluir foto, estado civil, edad, ni RUT. Tampoco es necesario mencionar si tienes licencia de conducir, salvo que el puesto lo exija.
Los reclutadores actuales valoran un CV limpio, profesional y centrado en competencias. Mostrar tu talento y tu trayectoria —aunque sea breve— dice mucho más que una fotografía o un dato personal.
Antes de enviarlo
Antes de postular, léelo en voz alta, revisa la ortografía y asegúrate de que se entienda con claridad. Si puedes, pide a alguien más que te dé una segunda opinión.
Un CV de una página, bien estructurado y adaptado al cargo, vale más que uno largo pero genérico. Y no olvides mantener tu perfil de LinkedIn actualizado: muchas empresas revisan ambos.
🧭 Tu CV no es solo un resumen, es una declaración de intenciones: quién eres, qué has aprendido y hacia dónde quieres ir.
